Mención en El Hype, hablando de Pulp

Carlos Pérez de Ziriza, en un magnífico texto sobre la nostalgia en la revista El Hype, inicia su análisis hablando de Pulp y menciona la mirada retrospectiva de "Calles que fueron nuestras".

Recomendado por Ruta 66

Con la firma del maestro Alfred Crespo, editor de mis dos anteriores libros, la revista musical Ruta 66 lo destaca entre los libros a tener en cuenta para el Día del Libro. Con estas palabras:

El subtítulo lo dice todo, un viaje al Universo Musical (con mayúsculas) de Jarvis Cocker, Richard Hawley y Pulp. Nadie mejor para guiar la expedición que Vicedo, fino analista capaz de unir el sentimiento personal, la importancia de una serie de canciones en el devenir de tu propia vida y la disección acertada de la obra musical de los compositores a los que escoge. Si han leído alguno de sus libros anteriores, no tendrán dudas sobre lo infalible de su método analítico y sobre su exquisito gusto musical. En pocas ocasiones Sheffield ha estado tan bien iluminada y abierta en canal.


Enderrock nos lleva en su lista del día de Sant Jordi

La revista que tiene por lema "la música de tu generación" incluye el libro entre los recomendados para la tradicional fiesta del libro del día de Sant Jordi. 

"El autor de otros libros de cariz biográfico y para melómanos, como los dedicados a Dylan, Patti Smith y Kete Bush, se adentra ahora en tres autores que coinciden en un lugar, la ciudad de Sheffield, donde nacieron y viven Jarvis Cocker, Richard Hawley y Pulp, el grupo del primero"


Noticia en Dirty Rock Magazine

12, abril. DRM se hace eco con su rapidez acostumbrada para toda noticia. 

En las librerías de Madrid

En algunas librerías de Madrid. 
Imágenes enviadas por Ramiro Domínguez y Javier Cosmen.

Librería Machado
De Tarima, Barrio de las Letras
Amapolas en Octubre
La Central, Callao



En casa ajena

Abril, 2019. Jarvis Cocker, en sus letras, acostumbra a entrar en casa ajena. En estos días lo está haciendo también desde las páginas de "Calles que fueron nuestras".





10 de abril

"Calles que fueron nuestras" es una realidad que se puede tocar y oler. Es hora de agradecimientos, los mismos que aparecen en la primera página. A Ramiro Domínguez, mi editor, que creyó en esta historia sin haberla leído. A Fernando Navarro, que compartió conmigo su emoción y la trasladó al prólogo. A Carlos Pérez de Ziriza, que con unas pocas palabras en la noche benidormí me facilitó algunas claves para hacer más valioso el conjunto. A Javier Cosmen y a Miguel López, que me dieron el mapa para llegar a mi nueva casa literaria. A Rogelio Fenoll, en el origen de todo, una noche de cervezas de hace dos años en la que hablábamos de Kate Bush, pero no solo de ella. Y, siempre, a Angie, que siendo todavía adolescente me enseñó a buscar la belleza en cuanto escribo; y por supuesto, a Rosa, que hizo que las calles de Sheffield fueran también un poco mías.


Esa gozosa rutina

2018. Desde San Juan a San Miguel, las tardes del verano pueden convertirse en una gozosa rutina. A las cinco de la tarde un disco, una taza de té, dos, tres. A las seis el primer mosquito tigre no consigue detener el fluir de la escritura. Una página, dos, tres. Es el primer libro que escribo directamente desde el teclado. Voy dejándome arrastrar por las palabras sin mirar atrás. El verano llega a su fin y con él las correcciones; esas al menos siguen siendo a bolígrafo. Los días menguan y el libro cobra su forma definitiva. 


La farmacéutica de Porter Brook

Este libro no existiría sin ella. Me contagió su devoción por Jarvis Cocker, hizo que soñara con viajar a Sheffield, me guió por sus calles. Suya es la foto de portada y unos breves apuntes antes del primer capítulo.


"Durante cinco meses, hasta marzo, despertaba y veía el mismo cielo. Después ya no lo miré más. Para mí la ciudad era ya un folio abierto en el que todos escribíamos nuestras historias personales, insignificantes pero auténticas." 
(Del apunte introductorio "Estas calles que también fueron mías", por Rosa Campos)